miércoles, 4 de noviembre de 2009

miércoles, 28 de octubre de 2009

sábado, 24 de octubre de 2009

DISMINUCIÓN EN LA AGUDEZA VISUAL

Las ametropias o defectos de refracción son la causa más frecuente de disminución de la agudeza visual en los países desarrollados: aproximadamente el 25 % de la población general presenta algún tipo de alteración.

El ojo es un sistema óptico formado por lentes sucesivas (córnea, humor acuoso, cristalino y vítreo) que hacen converger (refractan) los haces de luz que llegan al ojo y forman así la imagen correspondiente en la retina.

Refracción.- Es el cambio de trayectoria y velocidad que experimenta un rayo de luz al cambiar de medio.

Dioptría.- Es la potencia de una lente cuya distancia focal es un metro.

Ojo emétrope.- Es el ojo con visión normal; estando en reposo (sin acomodación) es capaz de hacer converger el haz de luz en la retina.

Ojo amétrope.- No es capaz de formar la imagen en la retina; por tanto la visión es incorrecta. Distinguimos tres tipos de ametropias: hipermetropía, miopía y astigmatismo. En su etiología es importante el componente hereditario.

La determinación inicial de la agudeza visual se realiza por medio de optotipos.

Hipermetropía.

La imagen se forma detrás de la retina debido a un déficit de convergencia de los rayos de luz.

Existen dos tipos:

1.- Axial: El eje anteroposterior del ojo es corto. Es la más frecuente. Al nacer todos los ojos son hipermétropes (2,5 dioptrías); con el desarrollo el globo ocular se alarga y alcanzan teóricamente la emetropia en la adolescencia. En un 50 % de los casos persiste algún grado de hipermetropía. Predispone a glaucoma de ángulo cerrado.

2.- De refracción: Se debe a una alteración del cristalino (diabetes, esclerosis)

Clínica: La hipermetropía se compensa mediante la acomodación que aumenta el poder de convergencia del sistema óptico. Con la edad disminuye la capacidad de acomodar; por tanto los síntomas son progresivos: visión próxima borrosa, astenopía o fatiga ocular (cefalea tras esfuerzo visual, picor y enrojecimiento ocular). Si el inicio es en la infancia puede apareces estrabismo convergente de acomodación o ambliopía (“ojo vago”. Son frecuentes procesos inflamatorios asociados (blefaritis, orzuelos). Si el defecto es leve el individuo joven lo compensa y los síntomas serán tardíos (alrededor de los 30 años).

En el tratamiento están indicadas lentes esféricas convexas o positivas (aumentan la convergencia, adelantan la imagen y la sitúan en la retina). Debe corregirse ante alteraciones de la agudeza visual o presencia de síntomas. En el paciente infantil y juvenil la determinación objetiva del defecto se realiza aplicando un ciclopléjico.

Se debe prescribir la corrección de mayor graduación que tolere el paciente.

Miopía.

La imagen se forma delante de la retina; sobre ella a cada punto objeto le corresponde un circulo borroso (de difusión) en vez de un punto imagen.Puede ser:

1.- Axial: Es la causa más frecuente. El eje anteroposterior del ojo es largo.

2.- De índice: Se debe a un aumento de potencia de refracción de las lentes oculares (cristalino, córnea).

La clínica se caracteriza porque el paciente ve borroso de lejos y necesita acercarse a los objetos; al mantener los párpados semicerrados (guiño) puede mejorar la visión (disminuyen los círculos de dispersión). La miopía axial es evolutiva, debuta en edades tempranas, va aumentando y se detiene una vez completado el crecimiento; posteriormente el defecto puede progresar en momentos de debilidad física, embarazo, etc.

Desde el punto de vista clínico podemos distinguir dos tipos de miopía:

Simple: Su frecuencia es del 10 %. Progresa lentamente hasta los 20 años aproximadamente. No supera las -6 dioptrías y se puede corregir de forma completa.

Degenerativa o maligna: Es menos frecuente. Su etiología no es clara, aunque tiene un evidente componente hereditario. El defecto de refracción supera las -6 dioptrías y puede llegar a -30. Se asocia a cambios degenerativos oculares: focos de atrofia coriorretiniana, hemorragias maculares, lesiones de la retina periférica, desprendimiento de vítreo y retina, catarata, glaucoma, ambliopía, etc.

En la clínica proporciona visión lejana borrosa, el defecto es progresivo y no se detiene con el crecimiento. Las complicaciones pueden comprometer la visión del paciente y no siempre es posible la corrección total con lentes.

El tratamiento consiste en el uso de lentes divergentes, cóncavas o negativas, las más débiles que proporcionen una agudeza visual máxima. Es aconsejable llevar gafas constantemente (incluso para leer); de este modo se continúa realizando el trabajo de acomodación. La cirugía consiste fundamentalmente en dos técnicas: la queratotomia radical. Se realizan varias incisiones en la córnea con un bisturí para conseguir su remodelación óptica y la queratotomia fotorreactiva con Láser Excimer. Se consigue una fotoablación de la superficie corneal y con ello una disminución de su poder convergente. Es muy efectiva en miopías bajas y medias (-2 a -6 dioptrías). Es la técnica más reciente y por ello se ignora su efecto a largo plazo.


Astigmatismo.

En este defecto de refracción el radio de curvatura de los medios refractantes del ojo (córnea y cristalino) no es uniforme; el eje horizontal de la lente no presenta la misma curvatura que el vertical. Los rayos que llegan paralelos al ojo, procedentes de un punto externo, al ser refractados no convergen en un punto focal simple, sino que forman dos imágenes lineales perpendiculares entre sí. El defecto puede ser:

1.- Irregular: Se debe a traumatismos, úlceras de la córnea o queratocono.

2.- Regular: Los dos meridianos principales forman un ángulo recto. Se clasifican en:

-Compuesto: ambas focales a un mismo lado de la retina (miópico las dos por delante, hipermetrópico los dos detrás).

-Simple: Una de las focales lo está en la retina y la otra por delante (miópico) o por detrás (hipermetrópico).

-Mixto: Una focal delante y la otra detrás de la retina.

La clínica depende del grado de astigmatismo; si el defecto es de magnitud la disminución de la agudeza visual es considerable (no ve nítido a ninguna distancia); si es leve, el paciente intenta enfocar una u otra de las lineas focales y aparecen síntomas de fatiga ocular (cefalea, fotofobia y visión borrosa ante el esfuerzo).

Para la medición del defecto se utiliza el oftalmómetro (javal, Rodentock o Zeiss) y los valores axiales encontrados se registran en el llamado esquema Tabo.

En cuanto al tratamiento cabe decir que siempre que produzcan síntomas los errores astigmáticos deben ser corregidos en su totalidad. Están indicadas lentes cilindricas; estas se definen por su potencia dióptrica, su carácter convergente o divergente y por su eje expresado en grados (de 0º a 180º). Las lentes cilíndricas actúan en un eje; en el perpendicular a éste son neutras, desplazan la primera línea focal hasta hacerla coincidir con la segunda y unifican la imagen. En los defectos combinados (astigmatismo con miope o hipermetropía) están indicados lentes esfero-cilíndricas. El astigmatismo irregular no se puede corregir con gafas; en ocasiones se consigue buena visión con microlentillas rígidas y en otros casos es necesario el transporte corneal (queratoplastia).

BAJA VISIÓN

Baja visión o hipovisión es la cualidad de la persona con una privación parcial de la vista que no puede ser corregida adecuadamente con gafas convencionales, lentes de contacto, medicamentos o cirugía.

El resto visual (el porcentaje de visión que la persona conserva) contiene dos parámetros de definición visual: la agudeza y el campo. La agudeza visual es la capacidad de distinguir las formas de los objetos a cierta distancia y se mide con la prueba de las letras (o formas geométricas) de decreciente tamaño, estableciendo cada línea, vista o no, un 10% de agudeza visual. El campo visual es el ángulo que el ojo ve, correspondiendo 90º a cada ojo (total 180º). El campo se reduce, bien “cerrándose” por los costados, bien de forma aleatoria, a causa de manchas que se forman en el ojo.

Clasificación del grado disminución visual
La persona que, pese al uso de correcciones ópticas, no consigue llegar al 100%, pero que supera el 50% de resto visual, pertenece a la categoría B3, lleva una vida normal y posiblemente no tenga conciencia de su disminución. En cambio, por debajo del 50%, empieza a tener dificultades evidentes y se dice que tiene baja visión (B2). Hay que tener en cuenta que, por debajo del 20% de resto visual, las dificultades visuales son severas y hacen imprescindible el uso de técnicas de adaptación. Cuando no consigue superar el 10% de agudeza y/o tiene restringido a sólo 10º su campo visual, se considera entonces que padece ceguera legal. Finalmente, si no ve más que zonas difusas de iluminación y sombra, o bien nada en absoluto, se habla de ceguera total (B1).

Magnitud de la discapacidad visual [editar]Según la Organización Mundial de la Salud, globalmente, en 2002, más de 161 millones de personas eran discapacitadas visuales, de los cuales 124 millones padecían baja visión y 37 ceguera. Sin embargo, error refractivo como causa de discapacidad visual no fue tenido en cuenta, lo que implica que la magnitud global verdadera de la discapacidad visual es aún mayor.
En todo el mundo, por cada persona ciega, hay un promedio de 3,4 personas con baja visión.[1]

Patologías que pueden producir pérdidas de agudeza visual Cataratas
Glaucoma
Uveítis
Degeneración macular
Opacidad corneal
Tracoma
Retinopatía diabética
Miopía magna
Enfermedad de Stargart
Albinismo
Retinosis pigmentaria
La población global muestra una reducción en el número de gente discapacitada visual como resultado de alguna enfermedad infecciosa pero muestra un aumento en el número de gente ciega debido a condiciones relacionadas con un aumento en la esperanza de vida. Esta información subraya la necesidad de modificar los sistemas públicos de prestación sanitaria para incluir el tratamiento de las enfermedades que son hoy prevalentes.[1]

Distribución de la discapacidad visual:
Por edad: más del 82% de las personas ciegas tienen 50 años o más, aunque representan el 19% de la población mundial.

Por sexo: las mujeres tienen un riesgo considerablemente mayor de sufrir una discapacidad visual que los hombres.

Geograficamente: la discapacidad visual no está distribuida uniformemente en el mundo. Más del 90% de la población discapacitada visual del mundo vive en paises en vías de desarrollo.
Rehabilitación y calidad de vida [editar]Una vez superado el shock emocional de la disminución, si se aprenden las técnicas alternativas necesarias de rehabilitación, se puede conseguir una buena calidad de vida y un buen ajuste a la disminución, tanto en el caso de la baja visión, como en el de la ceguera.

De acuerdo con un artículo publicado por The Academy of Psychosomatics Medicine, en una muestra de pacientes afectados de retinopatía diabética progresiva, solo los que habían alcanzado ceguera total mostraban una mejoría en la sintomatología psíquica a través del aprendizaje de técnicas de rehabilitación. Mucho más marcado sufrimiento permanecía en sujetos con visión parcial persistente (o baja visión). Expectativas insatisfechas, probablemente, aumentaban la frustración de las derrotas diarias, unidas al miedo de perder completamente la vista que les quedaba. La aceptación de la propia patología y su resultado final es la base para abordar y adquirir un nuevo modelo de conducta y crear un equilibrio mental, físico y social en los que pierden la vista.

Los sujetos que aprovechan al máximo los instrumentos de rehabilitación y preservan su propia mobilidad y ocupación son los menos deprimidos y con el nivel de integración social más alto.

Los pacientes cuya visión va empeorando paulatinamente y que tienen una prognosis de eventual ceguera, corren comparativamente un riesgo alto de suicidio y, en consecuencia, necesitan recibir servicios de apoyo. Estas observaciones abogan por el establecimiento y la extensión de programas terapéuticos y preventivos para que incluyan a pacientes con un diagnóstico de severa discapacidad visual presente o futura que, actualmente, no califican para recibir los servicios que se ofrecen a los ciegos. Los oftalmólogos deberían tomar consciencia de estas consecuencias potenciales e incorporar, dentro del tratamiento de estos pacientes, un espacio para la atención de su salud mental, con vistas a prevenir el desarrollo de síntomas depresivos, evitando conductas autodestructivas y mejorando la calidad de vida de estas personas. Esta intervención debería implementarse en los estadios tempranos del diagnóstico de la pérdida de visión, en particular porque muchos estudios han demostrado cómo la pronta aceptación de la discapacidad visual seria ha logrado una mejor y más productiva inmersión en los programas de rehabilitación.

Adicionalmente, el sufrimiento psicológico está presente al máximo cuando la pérdida de visión no es total, pero el futuro de la discapacidad es desfavorable. En consecuencia, la intervención temprana es imperativa para facilitar un ajuste psicológico satisfactorio

Tipos de ayudas disponibles [editar]Al margen de las ayudas médicas, las principales ayudas son, en primer lugar, las informativas, luego las administrativas, las tendientes a la rehabilitación personal, las formativas, las tendientes a la integración laboral y las tendientes a la integración social.

La información es fundamental, de ahí que sea imprescindible que médicos y responsables sanitarios dispongan de ella para ofrecerla en el momento que sea preciso. La desolación del médico cuando debe confesar a su paciente que ya no puede hacer nada más por él, sólo es superada por la soledad y aislamiento del paciente que no sabe a quien recurrir.

Las ayudas administrativas[3] [4] son valiosos aliados, aunque a veces yacen entre el enmarañamiento legal que las oculta y varían según el país

Las posibilidades de adaptación del puesto de trabajo (aquel en que se trabajaba u otro distinto) están reguladas por leyes y normativas y hay - esto también varía según el país - jugosas subvenciones a las que las empresas se pueden acoger, por lo que la reticencia empresarial a contratar disminuidos visuales es un prejuicio antieconómico, para ellos y para la sociedad.

Finalmente se encuentran las ayudas de integración social, que permiten las actividades de ocio adaptado, visitas culturales adaptadas y actuaciones públicas o privadas que mejoren la movilidad y el mejor acceso a la información de todas las personas, también de las disminuidas visuales.


Ayudas ópticas :En un artículo, Augusto Bruix Bayés[5] menciona que el principio básico de Baja Visión es aumentar el tamaño de la imagen retiniana, mediante diferentes ayudas.
Mejorar la visión lejana: Se puede mejorar siempre en visión estática, no en movimiento:
Ver la televisión
Teatro
Cine
Ver un paisaje
Ver el número del autobús
Mejorar la visión cercana: se trabaja siempre a una distancia más cerca de lo habitual
Lectura
Escritura
Labores
Mejorar la sensibilidad al contraste: utilizande filtros especiales

Otros instrumentos:

Atriles
Focos de luz especiales
Hojas prelineadas
Juegos magnificados
Relojes, termómetros parlantes, teléfonos especiales, etc.

Efectividad de las ayudas ópticas: Haciendo referencia a un estudio realizado por este especialista sobre 1.000 pacientes, se encontró que mejoraban sustancialmente su Agudeza Visual, todos los pacientes con una A.V. superior a 0.02. De estos quedaron satisfechos con sus ayudas un 44%. Muy satisfechos un 48%. Poco satisfechos un 5%, y nada satisfechos un 3%.

Proceso de adaptación a las ayudas ópticas: Durante la primera visita del paciente, se estudian qué opciones son las más adecuadas para su caso particular, teniendo en cuenta todos los condicionantes, psicológicos, culturales, sociales y laborales que nos refiere dicho paciente y cómo éste experimenta mejoría con las ayudas seleccionadas, aconsejándole cuáles de ellas le reportarán la mejor calidad de vida.

Tras la adaptación específica para cada caso, se realiza un seguimiento, con el fin de que utilice correctamente los instrumentos, para que le saque el máximo rendimiento. En algunos casos (un 4% aproximadamente), se deben modificar o cambiar con posterioridad.

Se utilizan ayudas visuales de los fabricantes más prestigiosos del mercado, tales como Zeiss, Nikon, Keeler, Eschembach, Coil, etc.

Una vez dado de alta al paciente se remite un informe de la primera visita y el seguimiento posterior al médico oftalmólogo o al profesional que nos lo ha remitido.

Debido a los avances oftalmológicos, la mejora de la esperanza de vida, la mayor necesidad de acceso a la información, etc., creemos que la Baja Visión tiene un gran futuro y es una técnica especialmente complementaria de la Oftalmología.

Otras ayudas:Los ciegos totales, disponen del braille, del libro hablado y de aparatos que transforman en voz los caracteres impresos (ocr o los ficheros informáticos). De estos aparatos también se pueden servir los disminuidos visuales.

Son precisamente los ordenadores un instrumento fundamental en la relación con el entorno para la persona con disminución visual. Permiten, con programas estándar o mediante programas específicos, la magnificación de la imagen y también su conversión en voz (lectores de pantalla) o al tacto (linea braille), por lo que son útiles sea cual sea el grado de disminución visual de la persona. Para más información se puede visitar la página de Tiflotecnología.

PREVENCIÓN DE LA CEGUERA

Hasta un 80% de los casos mundiales de ceguera son evitables: un 78% en los países en desarrollo y un 47% en los países desarrollados. Aproximadamente un 85% de los casos mundiales de discapacidad (moderada, grave o ceguera) también son evitables.

Desde los años noventa se han hecho importantes progresos a escala mundial en materia de prevención en las áreas siguientes:

desarrollo de los servicios de atención oftálmica, que ha permitido incrementar su disponibilidad y asequibilidad;
aumento del compromiso de los líderes nacionales, los profesionales médicos y los asociados del sector privado y empresarial con la prevención y la curación;
aumento de la concienciación y del uso de los servicios de atención oftálmica por parte de los pacientes y la población general, y
aplicación de estrategias de atención oftálmica eficaces pata eliminar las causas infecciosas de pérdida de la visión.
Brasil, China, Etiopía, Gambia, India, Mauritania, México, Marruecos, Nepal, Omán, Pakistán y la República Unida de Tanzanía, entre otros, han realizado importantes progresos.

Las alianzas mundiales de Estados Miembros, organizaciones no gubernamentales y grupos de la comunidad, tales como Visión 2020 o la Alianza para la Eliminación Mundial del Tracoma, han desempeñado un papel fundamental en la eliminación de la discapacidad visual evitable.

CAUSAS DE CEGUERA

La distribución mundial de las principales causas de ceguera es la siguiente, por orden de frecuencia:

Cataratas (opacidad del cristalino que impide el paso de la luz).
Errores de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo) no corregidos.
Glaucoma (grupo de enfermedades en las que se produce un daño del nervio óptico).
Degeneración macular relacionada con la edad (enfermedad que produce una pérdida del campo de visión central).
Otras causas importantes son las opacidades corneales (enfermedades oculares que producen cicatrices de la córnea), retinopatía diabética (afección de la retina relacionada con la diabetes), tracoma y afecciones oculares infantiles tales como cataratas, retinopatía de los prematuros (afección de la retina observada en los niños prematuros) y carencia de vitamina A.

El MÉTODO BRAILLE

Se trata de un método lógico de puntos en relieve, distribuidos en 2 columnas de 3 puntos para cada símbolo o letra, por lo cual una persona ciega puede, a través del tacto de la punta de sus dedos, leer lo que, con un aparato especial denominado pizarra y un punzón, se diseñó anteriormente. Es decir, es como leer y escribir con sus manos.

Para empezar a utilizar el método Braille, es necesario que el niño tenga buena orientación espacial y un tacto entrenado. Debe dominar los conceptos arriba, abajo, derecha, u otros, el conocimiento de figuras geométricas elementales y siluetas sencillas y el conocimiento de los signos Braille. La escritura del Braille puede hacerse de dos formas: manual o utilizando un teclado. La lectura se realiza primero colocando el libro en horizontal. Luego se colocan los dedos sobre el renglón, haciendo una pequeña presión. No se puede palpar, y hay que utilizar ambas manos independientemente.

La educación del niño ciego en España está a cargo de la ONCE, Organización nacional de los ciegos, entidad de Derecho Público que está tutelada por el Estado y que se desarrolla en tres ámbitos: una empresa comercial que administra el cupón pró-ciegos; empresa responsable de servicios especializados en educación; y asociación con mais de 30 mil afiliados deficientes visuales.


Braillín, un juguete para enseñar el método Braille
A finales del año 2004 la Once lanzó un juguete con formato de un muñeco, para que sea utilizado por cualquier niño o niña, con o sin discapacidad visual. Este juguete constituye la primera inciativa mundial de este tipo. Familiariza a los más pequeños con el sistema de lectura y escritura, y representa un recurso didáctivo de enorme valor para las aulas o para el juego en el hogar. Une el aprendizaje a la diversiónBraillín fue creado en Argentina por una profesora de niños con discapacidad visual, con el que consiguió un premio en el Concurso de Investigación Educativa sobre Experiencias Escolares. Está especialmente hecho de un material adecuado para la educación infantil, y el primer ciclo de la Educación Primaria, es decir, para niños de 3 a 10 años de edad. Viene acompañado de una Guía Didáctica en la que se explica su utilidad y puede ser adquirido en cualquier centro de la Organización.


El Braillín favorece al desarrollo de los niños
- Integrando a todos en las casas y colegios.
- Fomentando el respeto a la diversidad entre las personas.
- Enseñando el alfabeto Braille a los niños.
- Favorece la empatía y la autoestima de los niños con discapacidad visual.
- Beneficia a la autonomía personal de los niños enseñándoles por ejemplo a lazar los cordones de sus zapatos.
- Desarrolla el tacto, con diferentes texturas, presión manual y refuerzo del tono muscular.
- Enseña el juego simbólico, con la imitación de acciones en casa, en el colegio.
- Instruye acerca de las partes del cuerpo y de la cara.
- Favorece a la expresión, y comunicación. Y por lo tanto, a socialización.

ULTIMAS NOVEDADES DE LA DISCAPACIDAD VISUAL

ESTIMULACIÓN DE ESTRUCTURAS ESPACIO-TEMPORALES EN NIÑOS CIEGOS MEDIANTE LA INTERACCIÓN CON AMITNES VIRTUALES BASADOS EN SONIDO ESPECIALIZADO

Algunos estudios indican que es posible estimular el desarrollo y uso de estructuras espaciales de aprendices ciegos a través del uso de la interacción con mundos virtuales provistos de interfaces de audio, con pruebas permanentes de usabilidad que permitan modelar entornos virtuales que se ajusten a las necesidades, intereses y modelos mentales de los niños ciegos.

Los resultados indican que cuando se utiliza software basado en editiores con interfaces de sonido especializado, en conjunto con una cuidadosa metodología de aplicación en niños ciegos con tareas cognitivas y pruebas de representación de espacios y tiempos navegados y pruebas inicialmente en mundos virtuales de audio, el aprendiz puede desarrollar estructuras mentales temporo-espaciales, diversificar y profundizar las experiencias de su uso transferirlas a tareas cotidianas.

El sonido especializado a través de la interacción con el computador, por medio de una navegación e interacción con objetos y entidades de mundos virtuales, puede constituirse en un medio poderoso de representación de la información y conocimiento para niños ciegos.

EDUCACIÓN MULTISENSORIAL CON LA MÚSICA

La realidad se acerca al niño a través de los sentidos; éstos inician el proceso de percepción, elaboración y transformación de la información que se lleva a cabo en el cerebro. El sistema sensorial no sólo incluye los sentidos de la vista, oído, tacto, olfato y gusta, sino también los sentidos propioceptores, es decir, los sistemas cinestésicos, vestibular y visceral.

El sistema vestibular registra la posición, el movimiento, la dirección y la velocidad del cuerpo, y también desempeña u papel importante en la interpretación de estímulos visuales. El sistema cinestésico está localizado en los músculos, las articulaciones y los tendones, y nos proporciona información sobre el movimiento del cuerpo. El sistema visceral aporta las sensaciones de los órganos internos.

La Educación Multisensorial se puede trabajar de forma globalizada con la música, así los niños aprenderán a discriminar los distintos elementos que integran cada estímulo sensorial, aumentando progresivamente sus umbrales perceptivos. Además, la música la convierte en un medio para que los niños descubran, conozcan y comprendan aquello que configura su realidad, sobre todo la que está al alcance de su percepción y experiencia. Los estimularemos de forma adecuada para que la información que les llegue del exterior sea la base de posteriores aprendizajes significativos.

Asía, las intervenciones educativas compensatorias (para niños que poseen necesidades educativas especiales) que realicemos con la música, serán transcendentales y configurarán auténticos sistemas alternativos de recepción de la información.

Algunas actividades que podemos realizar son:

- Jugar a las adivinanzas para identificar, agrupar, diferenciar sonidos y ruidos.

- Identificar sonidos, percibir silencio, discriminara sonido-silencio.

- Descubrir objetos sonoros o instrumentos a través del sonido y la manipulación de los mismos.
Reproducir con la voz sonidos fuertes y suave, largos y cortos, agudos y graves, e incluso diferentes timbres.

ORIENTACIÓNES PARA ALUMNOS CON BAJA VISIÓN SEGÚN LA ONCE

-Hay que animarle a mantener contacto visual con los objetos y especialmente con las personas.

- Es interesante que coordine el movimiento con la vista.

- Haga que el “mirar y ver” sean divertidos. Nunca presiones, sólo anime.

- Conviene dejarle que elija la distancia más cómoda para ver.

- Un uso prolongado de la baja visión puede producir fatiga asociado a una reducción temporal de la deficiencia visual.

- Para lograr mayor precisión de lo que ve trate de que mire con atención.

- Trate de evitar el trabajo sobre superficies lustradas, o en sombras o en zonas en donde hay reflejos. Siempre que sea posible utilice luz natural.

- Haga que trabaje en la pizarra, pues el contraste es bueno y la posición favorece el uso eficiente de la vista. Desde el punto de vista motriz es más fácil y cómodo.

- La funcionalidad visual puede variar de un día a otro.

- La conducta visual nunca podrá superar el nivel de desarrollo cognitivo del sujeto, pero al mismo tiempo, a medida que se advierte progreso, se puede esperar más y mejores respuestas visuales.

- Para actividades funcionales trate de provocar contraste entre claro-oscuro en los objetos y en el fondo.

- Oriente al niño en lugares cerrados y abiertos señalando distintas cosas, tales como formas, colores, líneas. Anímelo a que mientras mire toque; de esta manera podrá discriminar los objetos que hay en el medio.

- Enseñe seguridad. Señale las zonas peligrosas en el Colegio, dentro del aula, en los servicios, de manera que le niño pueda moverse con libertad.

- Tómese tiempo y mire con el niño libros y revistas y señale los objetos conocidos. Pregúntele qué ve y que elija la distancia más cómoda para ver.

- Estimúlelo para que mire. Al no estimularlo constantemente a que mire se le priva de la oportunidad de funcionar visualmente.

- Use la palabra “ver” tan libremente como se la usa con quienes no tienen el impedimento.

- Comprenda que el sistema de la vista funciona mejor unido a los otros sentidos, sistema motriz y a todo el desarrollo social y emocional. A medida que el funcionamiento visual aumente es posible que se progrese en otras áreas del aprendizaje.

- La visión no se puede “ahorrar o gastar”, cuanto más se la usa mayores son las posibilidades de mejorar su funcionamiento. No hay ningún caso en el que el uso de la visión pueda dañar los ojos o disminuir la visión.

- Los cambios bruscos de luminosidad perturban su visibilidad. Cuando esto ocurra, es aconsejable que disponga del tiempo suficiente para que se acomode, para que alcance un buen nivel de funcionamiento visual en el nuevo ambiente luminoso antes de exigirle una tarea visual.

- El deslumbramiento siempre reduce la visibilidad. La caída de luz directamente a los ojos provoca deslumbramiento, disminuyendo la percepción visual y favoreciendo la fatiga.

ACTIVIDADES RECOMENDADAS

- Mientras está despierto y sus ojos abiertos, acerque a sus ojos toda clase de objetos que reflejen la luz.

- Cuelgue a su alrededor objetos brillantes. Al mirar el niño usa los músculos oculares y trata de enfocar, reenfocar y fijar la mirada en formas, colores y diseños.

- Mueva lentamente los objetos de atrás hacia delante para provocar el seguimiento con los ojos.

- Ayúdele a alcanzar los objetos y a acercárselos a la cara. De este modo favorecemos la coordinación des sistema visual con el motriz.

- Continúe diciéndolo frecuentemente “mira”, llamándole siempre la atención para que vea.

- Hágale ver láminas, dibujos o fotos de cosas conocidas. Acérqueselas a los ojos para motivarlo a que mire

DIAGNÓSTICO DE LOS NIÑOS CIEGOS

El primer paso ante un caso de deficiencia visual es un exhaustivo diagnóstico oftalmológico y del médico pediatra, para así poder planificar el tipo de estimulación más adecuada en cada caso individual. Además se deben realizar exámenes médicos de control periódico.

Para realizar la evaluación del desarrollo de los niños ciegos y deficientes visuales, podemos utilizar las siguientes escalas:

Escala de Desarrollo de Niños de Leonhardt (de 0 a 2 años), publicada por la ONCE y basada en la observación de bebés ciegos congénitos totales.

Escala del Desarrollo Psicomotor de la Primera Infancia de Brunet-Lezine (de 0 a 5 años). Esta escala se basa en cuatro categorías: control postural y de motricidad, coordinación oculomotriz y conducta adaptativa a los objetos, lenguaje y sociabilidad o relaciones sociales y personales.

Escala elaborada por el centro de Recursos Educativos de la ONCE “Joan Amadeus” de Barcelona de (0 a 6 años). Recopilación de varias escalas con los ítems que son relevantes par los niños ciegos y deficientes visuales.

Escala NBAS de Brazelton basada en: orientación a la voz y al sonido, consolabilidad, reacción de bebé sostenido en brazos y calidad y duración de los periodos de vigilia, calma y atención.

Para la evaluación de la agudeza visual y el grado de visión en el bebé y el niño con déficit visual se utilizan las siguientes pruebas:

Observación

Escala de Visión de Lezine, la cual examina las reacciones visuales del bebé de baja visión, independientemente de la actividad visomanual: reacción a la luz, reflejo pupilar y parpadeo, reacción con el objeto próximo (convergencia, acomodación, fijación y seguimiento, exploración del medio circundante)

Test de la mirada preferencial

Tambor de Book

Loterías de figuras

Después deberíamos seguir una estimulación acorde con el desarrollo del niño, adaptando esta a su edad y sus posibilidades reales.

ESTIMULACIÓN MULTISENSORIAL DEL NIÑO CIEGO

La visión nos proporciona el 80% de la información que recibimos del medio de una forma rápida y total. Una persona ciega tiene unas capacidades específicas y unos handicaps innegables respecto al vidente, un aparato psíquico similar y una representación del mundo cualitativamente diferente, debido a la capacidad para adaptar su evolución a la información sensorial de que dispone.

Hay multitud de afecciones de la función visual. Las más frecuentes en los niños son:

*VISUALES PURAS: Cataratas congénitas, glaucoma congénito, miopía congénita, estrabismo severo, distrofias corneales, anirida, coloboma, afaquia, acromatopsia, albinismo, subluxación del cristalino, retinitis pigmentaria, desprendimiento de la retina traumático o hipoxia y anoxia.

*SECUELAS DE OTRAS PATOLOGÍAS: Tumores o traumatismos craneales, infecciones (HIV, meningitis, sarampión...), intoxicaciones, síndromes (Down, Usher...)

DESARROLLO EVOLUTIVO DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD VISUAL

Si el déficit visual tuviera un único origen y una única causa tal vez sería posible establecer cuadros de desarrollo similares, pero, al no ser así, nos encontramos con que es muy probable que
bastantes sujetos no presenten ninguna de las manifestaciones que vamos a enunciar o que varíen
notablemente en el número o en la intensidad de las que tengan.
En la aparición o no de determinadas conductas o comportamientos van a influir decisivamente
los siguientes aspectos:
- Momento de aparición de la DV.
- Actitud familiar ante la DV.
- Ritmo (progresivo o no) de la enfermedad.
- Presentación de otra anomalía o enfermedad asociada.
- Resto visual que permanezca.
Unos padres que hayan superado el impacto de la ceguera o baja visión del hijo y se hayan preocupado por estimularlo adecuadamente, de recibir información precisa, de introducir al niño en ambientes atractivos y enriquecedores junto a otros niños, etc., seguramente van a determinar el que su hijo presente un desarrollo armónico y prácticamente igual al de cualquier otro niño. En
cambio, unos padres que no logran superar la angustia o fuertemente “culpabilizados” o con unas atribuciones negativas respecto al déficit etc., van a propiciar la aparición de una serie de conductas en el niño y van a provocar retrasos en el desarrollo que falsamente podrían llevarnos a la conclusión de que son características de los sujetos con déficit visual.
Si bien no existen unas manifestaciones comportamentales uniformemente presentes en todos los niños con DV, sí suelen presentarse con relativa frecuencia ciertos rasgos de comportamiento en bastantes de ellos. A continuación vamos a estudiar aspectos diferenciales en distintas áreas del desarrollo, sobre las que será necesario intervenir:
El desarrollo del Lenguaje.
La falta de vista no impide el desarrollo lingüístico normal porque la habilidad para producir sonidos es innata, pero tampoco la propicia (Tonkovié, 1976). Será la relación con los adultos y el mundo exterior la que va a estimular o detener el desarrollo lingüístico del niño.
La DV tiene un fuerte impacto sobre el establecimiento del vínculo madre-hijo y la forma en que madre e hijo se van a comunicar, especialmente si el niño no dispone del sistema visual o lamadre no sabe cómo relacionarse con su hijo y cómo interpretar sus señales con las consiguientes actitudes de angustia, frustración y hasta rechazo. Esa percepción deficiente o ausente va a afectar a las conductas prelingüísticas que podríamos considerar campos físicos de la
comunicación:
- Gestos de la cara: mirada, contacto ocular, sonrisa..
- Gestos de las manos: movimientos de pedir, señalar; prensión.
- Otros gestos corporales
Su influencia se verá igualmente en los niveles congnitivos necesarios para adquirir el lenguaje:
imitación, juego simbólico y atención.
La DV va a repercutir, evidentemente, sobre el tipo y cantidad de experiencias que el niño va a tener, tanto por la deficiencia en sí como por la actitud protectora que los padres puedan adoptar.
El momento en que se produzca la pérdida de visión sí será muy importante, dado que, cuando mayor sea la edad del niño, menos habrá afectado a su desarrollo psicomotor, más experiencias
habrá vivido y más avanzado será su desarrollo verbal en el sentido de la normalidad. Por otra parte, la cantidad de imágenes almacenadas en su cerebro (en cuanto a formas, tamaños, colores, espacios...), le permitirá usar un lenguaje vivido.
En los bebes de baja visión la relación madre-hijo puede verse alterada dependiendo del momento en que la madre descubra que su hijo tiene un problema visual y de en qué medida ese déficit incapacite al niño para mantener el contacto gestual con ella. La actitud y expectativas de los padres vendrán a determinar que puedan tener un código gestual con su hijo. Y, además el niño puede aprender a usar más eficientemente su visión si el adulto le proporciona la ayuda
adecuada.
Hay que reconocer pues la importancia de estimular la visión a edad temprana si el niño, precisamente por su déficit, no ha podido autoiniciar su estimulación visual en su contacto con sus padres y también en su contacto con el medio. Una percepción deficiente es causa de retrasos motores: si el niño no ve los objetos que lo rodean no intenta alcanzarlos y explorarlos. Por lo tanto, no podrá construir una imagen constante de ellos, diferenciándolos de otros objetos y asignándoles un nombre. Precisamente con la estimulación visual se consigue que el niño “mire”
y de significado a lo que ve.
Algunos aspectos del lenguaje del niño ciego:
- El habla aparece, en general, más tardía.
- Alarga el estadio de imitación (de palabras y frases de su madre, disfruta con la imitación, aunque no comprende el significado, las desvincula del contexto y las repite).
- Juega con el sonido de las palabras y las frases (atiende más a su fonética que a su sentido semántico).
- Usa el habla para controlar el entorno, más que para comunicar una experiencia.
- Utiliza el lenguaje más para referirse a acciones y deseos personales que a objetos y sucesos externos.
- Utiliza gran número de preguntas, generalmente estereotipadas, para adquirir información
de las personas que no conoce. También hace preguntas relacionadas con aspectos visuales, que aunque a él no le sirven para funcionar, las hace para agradar al adulto y aproximarse al mundo de las personas que ven.En situaciones difíciles de controlar (entorno fuera) no habla o habla solo.
El desarrollo Motriz
El desarrollo motriz, en sí mismo, no es más lento en los niños ciegos. La motivación por el
desplazamiento se desarrolla a un ritmo distinto en función de la carencia de entrada de
información visual. El niño ciego necesita que las personas que le rodean le proporcionen la
motivación para buscar y dirigirse hacia los objetos, para que éste empiece a moverse con
sentido.
Para un niño que ve, la visión constituye un elemento de iniciación al desplazamiento u otras
conductas motrices autoiniciadas. El sonido no indica al niño ciego la existencia de un objeto, al
igual que lo indican la vista, de forma que no se sentirá estimulado a explorar el ambiente hasta
que no logre descubrir que el sonido puede significar la existencia de un objeto que se puede
coger, y que se encuentra rodeado de objetos que puede explorar.
En el desarrollo senso-motor del niño ciego se suelen presentar algunos aspectos especialmente
dificultosos, condicionados por la propia deficiencia, sobre los que sería necesario poner un
énfasis especial:
- Conocimiento del propio cuerpo.
- Conocimiento, estructuración y organización espacial.
- Conducta motriz imitativa.
- Control de ejecuciones motrices.
- Adquisición de habilidades motrices (esquemas motrices).
Para que los niños ciegos puedan moverse con habilidad y eficiencia es necesario que conozcan y comprendan su propio cuerpo y la relación de sus partes, así como la relación que guarda su cuerpo con el espacio que le rodea.
El niño sin problemas visuales adquiere de una forma espontánea y automática la idea de espacio, de manera que es capaz de desplazarse sin ayuda. El niño ciego, no puede adquirir de forma espontánea los conceptos espaciales, a no ser que se le hayan ofrecido las oportunidades de hacerlo mediante una adecuada estimulación desde las primeras etapas evolutivas.
Se requiere un buen conocimiento del espacio (conceptos de posición, ubicación, dirección y distancia) antes de que el niño ciego pueda aprender la forma de movilizarse por sí mismo. Estos niños tienen dificultad para adquirir conceptos sobre orientación en el espacio, necesarios para lograr eficiencia en los movimientos locomotrices y en la movilidad independiente.
Para potenciar el desarrollo de la capacidad de organizar su espacio es necesario realizar un programa de actividades motrices en que se incluyan actividades y ejercicios para el desarrollo de conceptos espaciales, desde el momento de su escolarización, e incluso antes.
El niño ciego carece de la posibilidad de conocer las consecuencias de sus acciones y, de éstas aprender qué acciones repetir y cuáles no hacer de nuevo. Cuando el niño no percibe el resultado
de sus movimientos se produce un atraso en la realización de las acciones intencionadas, el adulto debe ayudar al niño en estas acciones para que las ejecute con mayor precisión.
Al igual que ocurre en otro tipo de habilidades, los niños con DV graves y ciegos presentan una evolución más lenta en el desarrollo de habilidades motrices, requieren de modelos concretos areproducir, se mueven con más lentitud y requieren practicar más que los niños con visión para
lograr una determinada habilidad. Esta mayor lentitud se observa sobre todo en los aspectos
relacionados con la postura, la marcha, la fuerza del tronco y extremidades, la flexibilidad, la rotación del cuerpo y los movimientos coordinados del tronco y las extremidades.
El desarrollo de la Personalidad. Autoconcepto. Autoimagen.-
Podemos afirmar que no encontramos elementos que nos permitan hablar de que exista una
personalidad del ciego. Se puede observar algunos rasgos, algunas tendencias, pero no siempre y no en todos los individuos carentes de visión.
En muchos casos, las personas que tienen su visión disminuida, suelen tener una pobre
autoimagen, no se sienten cómodos con ellos mismos ni con los otros , y, como consecuencia,suelen manejar muchos mecanismos de defensa para poder sobrevivir en un mundo de videntes.
Suelen ser personas excesivamente dependientes que evitan toda situación que implique
ansiedad, y que ponga de manifiesto su incapacidad. Normalmente culpan a su falta de visión de todos sus fracasos, aun cuando no tenga ninguna relación con el problema.
Una persona ciega o con baja visión no está lista para asumir una vida social adecuada hasta que no ha superado algunos traumas psicológicos consecuencia de su ceguera. El peligro está en que , en muchos casos, suelen evitar las situaciones sociales, prolongando el aislamiento, lo cual pronto afectará psicológicamente a la persona, produciendo un círculo vicioso, en el que se da el
aislamiento como consecuencia de la inseguridad, dándose la circunstancia de que a mayor aislamiento, mayor inseguridad, y viceversa.
En cuanto el desarrollo del autoconcepto, existe mayor dificultad en los niños parcialmente videntes que en los ciegos, ya que tienden a autocompadecerse más y están menos capacitados
para aceptar sus limitaciones visuales. A esto se une el hecho de que se es mucho menos comprensivo con ellos que con los ciegos.
Si el niño ciego sólo puede percibir por medio del tacto, es fácil comprender la lentitud con la que se desarrolla el proceso de autorealización. El uso de las manos para tocar las distintas partes del
cuerpo estabiliza la orientación del niño en el espacio próximo, convirtiéndolas en instrumentos de investigación esenciales en la exploración táctil y en el desarrollo de las habilidades necesarias para el aprendizaje posterior. El niño ciego necesita tener la oportunidad de explorar, manipular, cuestionar y comentar lo que se le enseña, de manera que pueda afianzar lo aprendido y comprobar por sí mismo en qué manera asimila.
Una elevada autoestima requiere, para cualquier niño, un desarrollo emocional, social y escolar equilibrado. Los factores que influyen en el desarrollo de la autoestima son idénticos en todos los niños sin tener en cuenta la presencia de desventajas. Por tanto, cuando pretendamos elevar la autoestima en niños con déficit visual, emplearemos las mismas técnicas que con niños videntes.
Desarrollo afectivo social
Padres y hermanos constituyen el clima básico psicosocial para el desarrollo de una conducta afectiva positiva. La familia repite en muchas ocasiones las actitudes que la sociedad impone hacia la ceguera, quien juzga a la persona ciega no por sí misma, sino por el temor y el respeto que la ceguera le inspira.Para muchos ciegos las más pesada carga puede no ser la ceguera, sino la actitud del resto de
personas para ellos. Para un ciego la mayor parte de los obstáculos derivan de su trato con la gente, que le hace sentirse como seres inútiles y aislados de la sociedad. El ciego, consciente de que es percibido por los demás como un ser inútil, acaba sintiéndose como tal, mucho más cuando quienes lo consideran así son componentes significativos para él: padres, hermanos, amigos, maestros, etc.
El sentimiento de inferioridad se instala en la persona ciega desde el momento en que es capaz de reconocer su impotencia para ver, y comprender que la vista es una propiedad que normalmente tienen todos los demás. Esto crea un sentimiento de inseguridad en sí mismo, al encontrarse con unas barreras (físicas y psíquicas), para conseguir unos determinados objetivos.
La mayoría de los ciegos viven con un fuerte sentimiento de soledad, si bien aparentemente se muestran sociables y espontáneos, esta impresión les hace sentirse aislados vivencialmente, aunque no lo estén ni social ni familiarmente.

DESARROLLO VISUAL DE LOS CERO A LOS CATORCE AÑOS

El recién nacido viene dotado de reflejos pupilares a la luz, y de una agudeza visual estimada en 20/600, con una posible acomodación a 18 cm. Y a las 4 ó 6 semanas el lactante ya puede seguir una luz o un objeto hasta los 60 ó 90 cm.

A los tres meses fija la mirada sobre un objeto y lo sigue por un amplio margen, siempre que se mueva lentamente, y evidencia distinguir la cara de la persona de apego. Los objetos con detalles y de mucho contraste atraen su atención por más tiempo, fijando la mirada sobre aquellos que se mueven, realizando suaves movimientos con los ojos. Acomoda a distintas distancias y aumenta la habilidad para ver los objetos que se mueven a 2 ó 3 m. La capacidad de discriminar, de reconocer el medio y de percibir la profundidad se ponen de manifiesto cuando trata de alcanzar los objetos.

A los 5 meses la agudeza visual estimada se cifra en 20/60, y llegará a 20/20 sobre los dos años. Mira y examina sus manos y los objetos que sujeta, desarrollando la coordinación ojo-mano. Se estabilizan la visión binocular y la percepción del color.

Sobre los 7 meses comienza a discriminar y reconocer el contorno y los detalles en los dibujos, dando muestras de memoria visual. Mirar y ver se acompañan de movimientos y acción, tomando conciencia de la posición de los objetos en el espacio y de su relación con otros objetos, lo que indica que el desarrollo perceptivo-visual comienza a integrarse con el desarrollo social y cognitivo.

Es a partir del año cuando realiza gran variedad de juegos visuales, y posee gran capacidad de imitación. Comienza el garabateo espontáneo, se interesa por las láminas y realiza construcciones. Durante esta fase pasa del control fisiológico de los movimientos del ojo, de la acomodación, la convergencia y la agudeza visual nítida a la percepción visual, en absoluta dependencia de la integridad del sistema visual y de las conexiones corticales.

Entre los 3 y 4 años se produce la organización de las percepciones visuales y tienen lugar los funcionamientos visuales específicos. Diferencia la figura del fondo, relaciona las partes con el todo y tiene capacidad para la complementación y la asociación visual.

A los 5 años discrimina, reconoce y percibe semejanzas y diferencias en figuras abstractas y en representaciones como dibujos completos, letras y números, siendo su capacidad visual muy similar a la del adulto. De todas maneras, el desarrollo y refinamiento de las funciones visuales no van a exceder de su nivel de desarrollo perceptivo-cognitivo.

El desarrollo perceptivo seguirá progresando a la par que lo hace el desarrollo del cerebro, sobre todo hasta la edad de los 10-14 años

PROCESO DE DESARROLLO PERCEPTIVO - VISUAL DE UN NIÑO CON DISCAPACIDAD VISUAL

En el niño con discapacidad visual el desarrollo de la visión sigue una secuencia similar a la de un niño sin problemas visuales. Mientras que el niño normavidente la capacidad de ver le asegura un mínimo de experiencia para el desarrollo normal del ojo; y cuando existe déficit, puede privar el desarrollo estructural y funcional de la retina y el camino visual hacia el cerebro.

jueves, 22 de octubre de 2009

BAJA VISIÓN

Una persona con baja visión es “quien aún después de un tratamiento y/o refracción convencional tiene en su mejor ojo una agudeza visual de 3/10 hasta visión luz y/o un campo visual menor o igual a 20 grados, pero que usa o es potencialmente capaz de usar su visión para la planificación o ejecución de una tarea” (Organización Mundial de la Salud). Para comprender este concepto es necesario saber que la agudeza normal es de 10/10 mientras que los límites del campo visual son 90º en la parte externa o temporal, 60º en la interna o nasal, 50º en la parte superior y 70º en la inferior.

De la definición surge que existen muchos tipos distintos de baja visión. Podríamos decir, sin temor a exagerar, que casi tantos como personas disminuidas visuales hay. Incluso dos personas con idéntica agudeza visual pueden funcionar de manera diferente. Natalie Barraga (pionera indiscutible en el área de la estimulación visual) diferencia claramente agudeza de eficiencia, definiendo a esta última como el “grado en el que una tarea visual específica se realiza con comodidad, facilidad y en tiempo mínimo, dependiendo de variables personales y ambientales”.

En cuanto al campo visual, la persona puede tener un recorte a nivel central lo que le provocará dificultades para leer pero no para caminar o puede tener limitaciones a nivel periférico en cuyo caso podrá leer pero estará muy limitado en su deambular. Puede también ver como a través de un tubo, o por sectores. Estas personas tienen un comportamiento visual que a los demás resulta extraño ya que podrán tropezar con un banco que tienen delante y distinguir perfectamente un lunar en el rostro de alguien. Hay quienes ven diferente según las condiciones de luminosidad prefiriendo el día (como en el caso de la ceguera nocturna) o la noche (como en el caso de las personas que sufren fotofobia)

Ver es un proceso que se aprende, por lo cual es importante incluir dentro de la estimulación temprana del bebé con baja visión, la estimulación visual temprana, de modo que se aproveche al máximo la visión residual. Hasta no hace mucho tiempo se educaba a muchos de estos niños como ciegos, en la creencia errónea que usar la vista los dañaba o que quien tiene resto visual lo usa espontáneamente. A esto se sumó también el problema de la definición de ceguera legal que al considerar ciego a “aquel cuya agudeza visual es de 20/200 o menos, en el mejor ojo, con corrección, o limitación del campo visual a menos de 20º (Koestler)” incluye a muchas personas que tienen un resto visual aprovechable.

LA CEGUERA

Ciego es una persona que tiene visión cero o que “sólo tiene una mínima percepción de luz” (Colembrander). En la ceguera absoluta o total no se distingue luz de oscuridad.

La vista es el sentido de síntesis. Cuando entro a una habitación, por ejemplo, la información visual recibida me proporciona rápidamente datos referentes a dimensiones, objetos o personas presentes, distancias relativas entre ellos, presencia o ausencia de luz, etc. La persona que carece de visión, necesita analizar para conocer. A través de la información que le proporcionan los otros sentidos construye la realidad. Sin embargo hay nociones que por ser exclusivamente visuales no logra aprehender: los colores, el horizonte, las estrellas... Sin embargo, lo dicho anteriormente, de ningún modo significa que la persona ciega tenga un conocimiento “inferior” o “fragmentario” sino que conoce de forma diferente privilegiando el sentido del tacto (sentido de inmediatez, como el olfato y el gusto) y del oído. Al respecto, existe la creencia que la persona ciega tiene “más desarrollados” los otros sentidos. Esto no es así, la agudización de la percepción táctil, por ejemplo, es el resultado de la ejercitación y no de una compensación espontánea. Por ello es importante estimular al niño ciego ya desde su nacimiento a fin de proveerlo de experiencias ricas, variadas, con significado, que le ayuden a crecer sano. Es vital enseñarle a explorar el espacio, a no temer el movimiento.

La persona que adquiere ceguera en edad adulta encuentra que el espacio se ha tornado hostil: no sabe que es lo que hay cerca, teme movilizarse solo, los desplazamientos se vuelven experiencias de tensión y miedo. En cambio, el ciego de nacimiento que ha sido estimulado, tiene una relación positiva con el espacio y el movimiento.


Lo específico en la educación y rehabilitación de las personas ciegas.

-Técnica de Hoover.
Es la técnica que le permite a la persona ciega desplazarse en forma autónoma y segura. Consiste en el uso apropiado de un bastón de características especiales. Es un bastón liviano, delgado, que puede ser rígido o plegable y debe llegar a la altura del esternón. Generalmente es de aluminio, recubierto con material plástico y con una puntera metálica recambiable. Su utilización requiere de un entrenamiento adecuado por parte de un instructor en Orientación y Movilidad

-Sistema Braille.
Es el sistema de lecto-escritura de las personas ciegas. El alfabeto Braille se basa en la combinatoria de seis puntos en relieve dispuestos en dos columnas de tres puntos. Su escritura se realiza con una pizarra y un punzón especiales sobre un papel llamado Manila. Existen máquinas de escribir y también impresoras que se conectan a una computadora standard.

DEFINICIONES DE DISCAPACIDAD VISUAL

Cuando decimos que una persona posee discapacidad visual puede tratarse de una persona ciega o de una persona con disminución visual.
Es decir, el término discapacidad visual incluye

a)Ceguera

b)Baja Visión (también llamada disminución visual o visión subnormal)

La baja visión, a su vez, puede estar provocada por una merma en la agudeza visual (“calidad” de visión) o por un recorte en el campo visual (“cantidad” de visión). Así, hay quien tiene dificultades para ver de cerca, o de lejos; hay quien ve mejor de noche, quien ve como a través de un cristal empañado, o de una red, quien como a través de un tubo. Entonces, la discapacidad visual incluye:

DISCAPACIDAD VISUAL
*CEGUERA
*BAJA VISIÓN
-por disminución en la agudeza
-por recorte en el campo

Ahora bien, aunque tanto la ceguera como la baja visión sean discapacidades visuales implican problemáticas muy distintas. Además se produce otro recorte si consideramos que una discapacidad puede ser congénita o adquirida y que a su vez se puede adquirir en forma repentina (como en el caso de un accidente) o en forma gradual (como en el caso de la retinosis pigmentaria).

INTRODUCCIÓN A LA DISCAPACIDAD VISUAL

Cada vez más en nuestro quehacer profesional nos encontramos con personas que padecen síndromes que les acarrean distintas dificultades. Ocurre a veces que una discapacidad es más evidente que otras a las que oculta, lo que conlleva a prácticas erróneas o a la omisión de algunas indispensables. A modo de ejemplo, muchos niños con síndrome de Down poseen mermas significativas en su visión. Errores o torpezas que son debidas a la falta de visión son atribuidos a problemas “mentales”. A veces la disminución visual permanece oculta de por vida o es diagnosticada cuando ya no es posible un adecuado entrenamiento de estimulación visual. Otro ejemplo lo constituyen los pacientes afásicos. Muchos accidentes cerebro-vasculares traen también aparejados reducción del campo visual, dificultad que la persona no puede comunicar o ni siquiera identificar claramente.

Es conveniente que quienes trabajamos con personas con necesidades especiales incorporemos, independientemente de nuestra especialidad, conocimientos generales que impidan diagnósticos y tratamientos erróneos y nos guíen en la búsqueda del grupo interdisciplinario más adecuado para cada caso.